Se trata de un film de 1990 dirigido por Adrian Lyne y protagonizado por Tim Robbins. Yo tenía 14 años cuando la estrenaron, pero no la ví hasta algunos después, con 17, en plena edad del pavo y con las hormonas de verbena 24x7 24 horas al día.
Creo que esta fue la primera película que vi e interpreté realmente cómo un adulto. Recuerdo que mientras observaba con atención todo lo que sucedía ante mis ojos, no estaba seguro de si la peli era una mierda o una genialidad, pero me gustaba lo que me ofrecía; tensión, un hilo argumental sólido (y sórdido), y una actuación brillante de Tim Robbins. Un conjunto que nos sumerge en la pesadilla que está viviendo el personaje principal, Jacob Singer.
La Escalera de Jacob está repleta de escenas perturbadoras, los llamados "mindfucks", que a mí me mantuvieron en un estado de nervios controlados hasta el desenlace final. Un final que es la guinda de un peliculón, y que me impactó. En esa escena final todo cobró sentido para mí. ¡¡Claro!! pensé... ¿¿Cómo no había caído en ello??
Con el paso de los años entendí cómo el desenlace me emocionó tanto: era la primera vez que veía un final similar, en el que una sola frase o una sola escena, dan sentido a las, casi, dos horas de metraje. Me dejó alucinado... El director de la peli, Adrian Lyne, había urdido un plan muy elaborado en el que, sin quererlo, me sumergí completamente. Reaccioné exactamente según lo planeado por el sr. Lyne, y me extasié con el desenlace final, evidentemente.
Así las cosas, cuando tengo la oportunidad de recomendar alguna película interesante a algún amigo, La Escalera de Jacob suele ser la primera de mi lista Y al igual hago con este blog: mi intención es seguir recomendado/comentando más películas, pero la primera tenía que ser Jacob's Ladder.
Pego unas capturas de la peli en las que se aprecia la atmósfera de angustia en la que se desarrolla:
Si nunca la habéis visto ya tardáis.
Saludos,
JP
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