Nada como echar la vista atrás y recordar los juguetes con los que me divertí de pequeño para darme cuenta de lo viejo que soy.
Voy a hacer un repaso de los que he encontrado información, porque ya entramos un poco en la prehistoria del asunto, y cualquier día desaparece rastro alguno de ellos.
Antes de empezar esta serie de entradas tengo que mencionar a mís padres, Antoni y Violeta, y a mis padrinos, Enric y Jazi, a los que siempre querré. Fue gracias a ellos el hecho de que pudiera disfrutar personalmente de estas pequeñas maravillas, y son recuerdos imborrables que me acompañarán toda la vida.
Vamos a ello: AUTO-CROSS de Congost. (Las imágenes son propiedad de www.todocoleccion.net)
Brutaaal!!! El cochecito tenía una base magnética que se pegaba a un imán escondido en el inferior del decorado. Ese imán iba dando vueltas continuamente sobre el eje del terreno, y con el volante lo desplazábamaos longitudinalmente, de forma que con el cochecito ibas trazando círculos concénctricos sobre el terreno, con más o menos radio en función de la posición del volante. ¡Una pasada vamos! Además tenía 4 velocidades de giro y una llave de contacto que encendía el conjunto.
Recuerdo que con objeto de arañarle décimas al cronómetro me dediqué a arrancar los árboles y el puente decorativos... :)
Una muestra de que ya no se hacen juguetes cómo los de antes -snif-
En breve, la nave M7X de los Madelman :)
Saludos,
JP
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